2016 Botswana septiembre II
- Claudia Guerrido
- 10 sept 2016
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 21 ago 2021
Okavango Delta, es como estar dentro del rodaje de un documental
Kwai river, Djara Camp entre el límite del Parque Nacional Chobe y Parque Nacional Moremi (19º 06’ S, 23º 58’ E) 15 de septiembre
Vinimos a este lugar porque dicen que se ven perros salvajes. La primer noche cenamos Poitje con el sonido de los hipopótamos. El lugar es bien simple con “bucket shower” hay un balde colgando, le ponés agua y te bañas.
Ayer recorrimos todo el día entro los límites de los dos parques nacionales. Por la mañana vimos tres leones y por la tarde antes de regresar al campamento los leones estaban en la misma posición, aburridooooos. Se pasan más de doce horas durmiendo.
Vimos una jirafa que se disponía a tomar agua, nos miraba y dudaba, pero después de mucho esperar la sed la venció, agachó su largo cuello, abriendo las patas como en una posición de yoga para llegar al agua y se puso a beber.
Elefantes hay para hacer sopa, anoche estuvieron en el campamento, dejaron sus enormes huellas y montones de caca, todo gigante. No los escuchamos, muy sigilosos ellos. Las dos noches nos visitó un leopardo que dejó las huellas cerca de la carpa de Gideon que duerme con la carpa en el piso, nosotros tenemos la carpa arriba del techo de la camioneta.
Hoy nos vamos al Parque Nacional Moremi, hace rato que estamos listos pero Gideon sigue dando vueltas.
Okavango Delta, Moremi Game Reserve, Third Bridge ??? de septiembre
Hermoso lugar con mucha agua en lagunitas con juncos y un bosque de Mopane que se parece mucho a las lengas en otoño, solo que cada tanto hay uno que otro elefante o cebra o impala.
El sitio de acampe es muy grande, lo compartimos con otros turistas, en el centro hay un árbol salchicha enorme y hay dos lugares para hacer fuego. Rein consiguió dos noches en este campamento, lo cual es muy difícil sin tiempo de antelación, normalmente tenés que reservar seis meses antes. Recorrimos muchos de los caminos que parecen interminables, porque te metes por un lado y hay más y más que ni figuran en el GPS.
El mejor avistaje fue en el mismo campamento por la mañana temprano, Gideon fue al baño y vio perros salvajes, vino rápido a avisarnos, estábamos re dormidos, aún estaba un poco oscuro. Rein saltó de la cama y yo los vi que se perdían en el pastizal pero…., después dieron una vuelta y pasaron justo por delante de nuestra carpa. ¡¡¡ Muy lindos, son muy lindos !!! Felices y contentos desayunamos y nos tomamos un rato en salir. Apenas cruzamos el portal de ingreso, allí estaban los perros nuevamente, a plena luz del día, jugando con un baboon que lo volvían loco, y también andaban con un bidón de plástico (basura) y se lo tironeaban entre ellos. Había dos cachorritos que miraban desde la distancia con dos adultos que los controlaban mientras los otros jugueteaban. Había muchos vehículos observando el espectáculo. Los perros salvajes están en extinción, hay poblaciones muy reducidas en determinados lugares.
Ese día regresamos al medio día para descansar un poco y volver a salir hasta el atardecer. Yo estaba sentada en la carpa con los pies colgando en la escalera cuando veo un elefante que venía en dirección al campamento, alcancé a agarrar la cámara y se paró frente a nosotros, estábamos a la misma altura de su cabezota, estuvo un rato largo comiendo de unas hojas y luego continuó su camino.
Otro medio día, o el mismo día, ya no recuerdo. Yo estaba en la misma posición y veo que un baboon viene en dirección hacia las camionetas. Agarro la cámara, porque a estos animales como son detestables, nadie les toma una foto, pobres, y en eso que estoy dispuesta a fotografiarlo, salta adentro de la camioneta de Gideon y se roba un paquete de galletitas. Pegué un grito y Gideon saltó de la silla donde estaba medio entre dormido y el baboon desapareció como un delincuente. Nadie los quiere. Por la noche los hipopótamos se escuchaban muy cerca pastando por ahí, y nos visitó una hiena que anduvo husmeando por los fogones.
En uno de los recorridos fuimos a un lugar que se llama “The dead tree island”, es un bosque muerto, pero muy lindo para fotos. Preguntas y más preguntas en la cabeza, ¿cambio climático? No había rastros de incendios…
Gideon insistía en que teníamos que hacer una excursión en lancha, pero ya no teníamos más tiempo para quedarnos. Pero como el universo provee, ese día le habíamos indicado el camino hacia el campamento a unos turistas que andaban perdidos, asique luego de charlar un poco, pudimos compartir su sitio de acampe y nos quedamos una tercera noche. Gideon los invitó al paseo en lancha, resultaron ser belgas muy simpáticos, por la noche charlamos alrededor del fogón animadamente.
Woolly-capperr Bush = Capparis tomentosa Fam. Capparaceae (flores con muchos estambres con muy rico aroma, la busqué primero como Myrtaceae)
Djara Camp otra vez 18 de septiembre
Tenemos tres noches más acá para descansar y seguir dando vueltas. Por suerte la temperatura está genial con una brisa fresca que te permite vivir, bueno, a mí al menos. El resto andan como si nada.
Nuestro sitio de acampe tiene dos árboles manzana enormes que nos hacen una sombra buenísima. ¡¡¡Qué cosa maravillosa la sombra!!! Perdí mi lapicera y creo que era la última que quedaba, sigo con lápiz.
Además de descansar el objetivo es buscar leopardos, siempre vemos las pisadas, el tema es encontrarlos de día. El último día por la mañana vimos unas aves carroñeras alimentándose de lo que quedaba de un evento de caza, era una buena señal. Después avistamos un vehículo de safari que andaba con fotógrafos, (por el tamaño de los lentes) allá fuimos, todas las cámaras apuntaban a un árbol. Nos costó un rato distinguir el objetivo del enfoque, era un impala con el cuello y sus patas colgando de una rama. El leopardo tenía que estar cerca, nadie abandona una presa, tanto esfuerzo de caza y subirla al árbol. Seguíamos buscando con los binoculares, recorriendo cada rama del Camel thorn, cuando lo ví y al mismo instante Gideon también lo vió. Allí estaba, exhausto, descansando, tan camuflado, tan difícil de encontrar si uno anda en movimiento mirando las copas de los árboles. Seguían llegando vehículos, se avisan por radio. Allí nos quedamos, cada tanto movía la cola o una pata que colgaban. En algún momento tenía que comer o esperaría a que todos nos fuéramos, qué tema, uno se siente tan intruso…
Se paró, caminó dos pasos y cambió de posición, entonces vimos que era una hembra. Luego de dos horas de espera, tomó la decisión y saltó a la rama donde estaba la presa. Ahora va a comer. No. Tomó al impala del cuello y se dispuso a regresar a la otra rama, esto implicaba realizar un salto muy preciso, miraba, calculaba, ¡cuánta fuerza por Dios, un salto impecable! Yo sufría, mirá si se le caía al suelo. No sólo saltó con el bicho agarrado por el cuello, trepó más alto y allí comió, bah, lamió un poco de sangre. Ahora con la presa segura, bien cerca de ella, volvió a descansar. Mientras tanto miles de fotos y filmaciones habían grabado ese momento. Tomamos café, agradecidos y felices de haber visto una imagen de documental en vivo y en directo. Todas las noches que estuvimos allí, escuchábamos a los leones, mientras cocinábamos hasta que nos íbamos a dormir, se escuchaban muy cerca.
Árbol manzana = Lonchocarpus capassa Fam. Fabaceae (es lindísimo, están en flor y le dan un tinte violeta al paisaje, también está en fruto las semillas son todas de diferente color, de marrón clarito a rojo)

























Comentarios