top of page

2016 Araucaria o Pehuén en Patagonia

  • Claudia Guerrido
  • 1 dic 2016
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 21 ago 2021

Parque Nacional Lanín, Neuquén, Argentina. Colaboramos en el muestreo de campo para la tesis de doctorado de Guadalupe, el director es el Dr. Ignacio Mundo, Nacho para los amigos. Ellos trabajan en el IANIGLA-CCT-CONICET-Mendoza. Allí desarrollé gran parte de mi tesis de doctorado por lo que tengo varios amigos y colegas. Fuimos invitados a la escuelita Lonco Mula de Ñorquinco, para dar una charla a los niños, ellos nos mostraron como germinaron las semillas de algunas plantas nativas y cómo crecen las plantas en el patio de la escuela. Nosotros les contamos sobre el trabajo científico que realizamos en el bosque. Gracias Nacho, Guada, Tom, Rein, por compartir esta experiencia.

Las Araucarias son gigantes viviendo en este mundo desde tiempos remotos. Las Araucarias más añejas que han fechado, según datos del Dr. Mundo, contando los anillos de crecimiento del tronco que coinciden con un año calendario, pueden llegar a tener 900 años. Es decir una señora Araucaria ya contaba con unos 700 años de edad cuando la historia de nuestro país estaba en sus inicios, o cuando Darwin andaba recorriendo estas tierras. Es más, cuando Colón llegó a América la misma Araucaria que vemos hoy, estaba en la plenitud de su vida con tan sólo unos 400 años. Si nos remontáramos 900 años atrás cuando una semilla de Araucaria germinó para transformarse lentamente en el magnífico árbol que admiramos hoy ¿cómo era Patagonia Norte? ¿Qué había en lo que es hoy la provincia de Neuquén? ¿Quiénes vivían allí? ¿Los dinosaurios? No, no, no.

Pero sobre este tema dinosaurios + araucarias retomaremos más adelante. Ahora estamos tratando de ubicarnos en el tiempo hace 1000 o 900 años antes del presente.

La reconstrucción de las temperaturas de verano en el norte de Patagonia, a partir de los anillos de árboles en el bosque andino-patagónicos, señala una alternancia entre períodos con temperaturas altas y bajas. Hubo una etapa fría entre 900 y 1070 años del presente (AP) y anteriormente una etapa cálida entre 1080 y 1250 (AP). A este período se lo conoce como “época cálida medieval u óptimo climático medieval” registrado en el hemisferio norte. Anteriormente hubo otra etapa fría y húmeda entre 1270 y 1660 AP, con picos alrededor de 1340 y 1640 AP sincrónicos con un nuevo fenómeno global conocido como “pequeña edad de hielo” que afectó en gran medida al continente europeo y también fue detectada en Patagonia.

Si bien los últimos 1000 años de historia paleoclimática han sido variables, tal como indican los análisis glaciológicos y dendrocronológicos, posiblemente la variación fue de menor escala y magnitud que los acontecidos durante la mayor parte del Holoceno y el Pleistoceno, que es cuando culmina el último máximo glacial.

Por otro lado la evidencia arqueológica indica por innumerables sitios estudiados en toda la Patagonia que diversos grupos humanos hacían uso de todos los ambientes disponibles. Eran cazadores y recolectores, las Araucarias les proveían de sus grandes piñones como una rica fuente de alimento. De hecho se denominó Pehuenches a las personas que habitaban esta zona que hoy es Neuquén.

¿Y de los dinosaurios que hubo? Para hablar de ellos y las araucarias tenemos que hacer un salto abismal en el tiempo y remontarnos a más de 65 millones de años atrás. Los humanos no existíamos en ninguna parte del mundo, pero las Araucarias sí, formaban grandes bosques por donde merodeaban los reptiles que desarrollaron tamaños enormes. Por suerte no nos tocó convivir con ellos. Ese tiempo se corresponde con la Era Mesozoica y el apogeo de los dinosaurios se dio durante el período Jurásico y parte del Cretácico.

Entonces, los dinosaurios se extinguieron y dieron paso a los mamíferos (ahí llegamos nosotros, hace poquito) pero las Araucarias siguieron viviendo, generación tras generación, desde hace millones de años que están en este planeta, otras plantas desaparecieron y dieron lugar a las plantas con flores. Pero las Araucarias están aún entre nosotros. Cada vez que estemos frente a una de ellas deberíamos hacerles una reverencia, por respeto, por ser tan grande, tan eterna.

 
 
 

Comentarios


© 2016 por Claudia Guerrido. Creado con Wix.com

  • Twitter Round
  • Instagram Black Round
bottom of page